Somos Vanessa y Diego
Nos conocimos hace 10 años en una ceremonia de Ayahuasca, es decir, en un espacio de sanación espiritual. Durante varios años, organizamos retiros con medicinas ancestrales y facilitamos talleres de constelaciones familiares. A partir de nuestro primer encuentro, no solamente nos enamoramos, sino que nuestros caminos se entrelazaron para ponernos al servicio de un propósito mayor.
Hace un par de años recibimos la indicación del mundo espiritual, para ayudar a personas y parejas a regenerar su vitalidad y fertilidad a través del contacto profundo con el mar.
Desde ese momento, nos mudamos al norte del Perú y decidimos abrir Cenit del Mar, el centro para regenerar tu vínculo con la vida. Bienvenido a nuestra casa.
Vanessa
Soy Vane, psicóloga, terapeuta de artes expresivas, consteladora familiar y mentora de líderes espirituales en Árbol de Mujeres.
Soy sanadora y artista del ser.
Mi propósito es tejer la red de seres conscientes que están creando la nueva humanidad. Sueño con un mundo donde mujeres y hombres recuerden quiénes son y cuál es su verdadera naturaleza, para poder criar la vida en libertad y armonía.
Creo que somos seres poderosos, canales de lo divino y estamos aquí para dejar un legado que trascienda.
Mamá Mar es mi hogar y el útero que me acuna para descansar. En sus aguas recupero la alegría y el asombro. Recibo señales de mi guía, la abuela ballena, que me dice: "Eres arroyo, calma infinita, canal de vida".
Creo en mí, creo en ti, creo en nosotros. Bienvenido a casa.
Diego
Soy un ser del mar, gestado en sus profundidades más humanas. La mar es mi esencia, mi calma, mi hogar y mi poder. Tuve la bendición de estar cerca al mar desde niño, y desde ahí, ha sido el espacio en donde descanso, me renuevo y me inspiro.
Estoy convencido del origen divino de la vida y la creación. Mi fundamento es la gratitud, mi impulso vital es el juego, y mi horizonte es la paz del corazón.
Luego de más de 20 años tomando plantas maestras, haciendo terapias y trabajando en lo profundo de mí: se limpiaron las herencias, se integraron mis partes quebradas, se sanaron las heridas del alma, y se solventó mi fe. Hoy estoy al servicio de Dios porque soy un guardián de la vida, un cuerpo alado y espíritu encarnado.
También soy psicólogo clínico, psicoterapeuta EMDR, constelador familiar, magíster en educación intercultural y docente universitario.